LA ESQUINA CALIENTE
TREINTA AÑOS SIN SELENA

Este lunes se cumplen 30 años del asesinato de Selena Quintanilla. Y por si fuera poco, esta misma semana su asesina, Yolanda Saldívar, pidió libertad condicional. Pero la Junta de Texas le dijo que no a esa pelota y la mandaron a intentarlo otra vez en el 2030.

Selena tenía 23 años, un Grammy, un disco en inglés a medio terminar, casi tres años casada con Chris, planes de tener hijos y un imperio que apenas estaba empezando a armar. Era la Reina del Tex-Mex, un género dominado por viejos en botas y aún así ella se lo comió con su voz dulce, sus pasitos de trombo y sus outfits espectaculares. 

A Selena la mató alguien de su círculo más cercano y eso hace su muerte una verdadera tragedia. Por eso hoy la recordamos cómo nos gusta: con detallitos que quizás no sabías. 

Así arrancó Selina

Se escribe Selena. Pero ella —y todo el que la conocía— decía Selina. Nació el 16 de abril de 1971 en Lake Jackson, Texas, una casa llena de enchiladas porque eran de ascendencia mexicana. 

Su papá, Abraham, tuvo una banda llamada Los Dinos en los 60 que nunca se pegó. Cuando escuchó a su hija cantar con solo 6 años, se le prendió el bombillo y persiguió ese sueño frustrado. 

Así nació Selena y Los Dinos versión familiar en 1980: Selena en la voz con 9 añitos, su hermano A.B. en el bajo, su hermana Suzette en la batería, y Abraham como mánager, productor, chófer y todo lo que se necesitaba. 

Aunque era una niña, ensayaban como profesionales hasta 6 horas al día. Tocaban en el restaurante de la familia, pero eso quebró. Luego se presentaban en ferias, quinceaños, gasolineras, estacionamientos y donde se pudiera. 

Si te preguntas en qué momento Selena iba al colegio, la respuesta es que no iba. Su papá la sacó y la puso a estudiar en casa. A los 17 se graduó, y ya era famosita. 

Gringa pero en español

Aunque casi todas las canciones que uno recuerda de Selena son en español, en verdad ella no lo hablaba. Pero su papá vio un chance ya que la música tejana era un nicho gigante, lleno de hombres viejos cantando en español. Si Selena se metía ahí, podía robarse el show de una vez. Parte de los ensayos también incluían ver como ella picaba el español mejor. Lo aprendió como pudo, de oído, repitiendo letras sin saber mucho. Por eso hay una entrevista icónica con Cristina Saralegui donde en vez de decir “catorce”, tiró un “diecicuatro” muy segura. 

La tejana más joven 

Dicho esto, no nos sorprende que en 1986 con tan solo 15 años, ganó su primer Tejano Music Award como Mejor Vocalista Femenina, siendo la persona más joven en ganarlo. Y no fue dizque una chepa porque lo ganó 9 años seguidos. Después de ahí tiró par de disquitos pero en 1989, firmó con EMI Latin. 

Su primer disco bajo el sello fue Selena (1989), seguido de Entre a Mi Mundo (1992), donde está Como la Flor, su himno más icónico. Pero el palo de verdad fue Amor Prohibido (1994), que se convirtió en su álbum más exitoso. Vendió más de 2 millones de copias en EE.UU. y estuvo en el #1 del Billboard Latin Albums durante 47 semanas. Ahí están los himnos que es una falta grave no poner en todos los karaokes: Amor Prohibido, Bidi Bidi Bom Bom, No Me Queda Más y Fotos y Recuerdos. 

En 1994, con 22 años, se convirtió en la primera mujer tejana en ganar un Grammy. Fue por su disco Selena Live! en la categoría de Mejor Álbum Mexicano-Americano.

El imperio de Selena

Además de la música, la moda era su otra pasión. Sus icónicos bustiers con lentejuelas, pantalones entallados y jumpsuits pegados eran idea suya de su propiedad. En 1994 abrió su boutique Selena Etc., vendiendo ropa, accesorios y hasta un salón de belleza había. 

La moda venía con el cuerpazo que no era de gym, sino de bailar en el escenario que eso equivale a un cardio nivel Dios. ¿Y la dieta? Bien gracias. Comía de todo. Amaba la pizza de pepperoni, los postres y su arroz con pollo mexicano.

En lo personal, ella también vivía su novela. Selena era media arretá. Una vez, con 20 años, se subió a tarima con un brasier de lentejuelas y sin chaqueta. El público la amó, pero su papá casi se muere. No solo era su mánager, también era testigo de Jehová y bien sobreprotector. Por eso, cuando se enteró del romance con Chris, el guitarrista en 1991, lo botó de la banda. Como quiera Selena, a los 21 años, se fugó y se casó con él. Aunque después lo aceptó. 

Pero el imperio se fue a pique 

Cuando conoció a Yolanda. Yolanda Saldívar era enfermera y tenía 11 años más que Selena. Se obsesionó con ella después de verla en concierto y mandó tantas cartas y llamadas que logró convencer a Abraham de fundar el club oficial de fans. Se ganó la confianza de todos y terminó siendo la encargada de manejar las boutiques. Selena la quería tanto que le decía “mi segunda mamá”.

Con el tiempo, Yolanda empezó a mostrar actitudes controladoras y unos celos raros. En febrero de 1995, empleados comenzaron a quejarse. Había cheques rebotados, facturas sin pagar, y dinero que no cuadraba. Abraham investigó y encontró pruebas de malversación, así que el 9 de marzo, enfrentaron a Yolanda. Le quitaron el control de todo. Pero Selena —que aún la quería— siguió hablando con ella, tratando de recuperar unos documentos fiscales importantes.

Llegó el trágico día 

Y así llegó el 31 de marzo de 1995. Selena fue sola al motel Days Inn, en Corpus Christi, a buscar los papeles. Tuvieron una discusión. Yolanda sacó una pistola y le disparó por la espalda. Selena corrió 100 metros hasta la recepción, bañada en sangre, y lo último que dijo fue: “Yolanda… habitación 158”. La llevaron al hospital, pero murió a la 1:05 p.m., a solo 16 días de cumplir 24 años.

Con el tiempo, surgió la teoría de que no la transfundieron por ser testigo de Jehová, pero los médicos dijeron que simplemente ya era demasiado tarde.

Después de pasar 9 horas encerrada en su camioneta afuera del hotel, Yolanda se entregó. Tenía la pistola en la mano y amenazaba con suicidarse diciendo que no podía vivir sin Selena. Así que la policía tuvo que montar una negociación larguísima para convencerla. 

La arrestaron ese mismo 31 de marzo de 1995. Al sol de hoy, Yolanda sigue diciendo que el disparo fue un accidente, que no quería matarla, que fue algo impulsivo. Nadie le creyó. El 23 de octubre de 1995, el jurado la declaró culpable de asesinato en primer grado. La jueza la condenó a cadena perpetua con posibilidad de pedir libertad condicional después de 30 años. Pero ayer mismo le tumbaron ese chance. 

Después de la última flor 

La muerte de Selena el 31 de marzo de 1995 dejó un vacío enorme, con más de 60,000 personas en su funeral. Tres meses después, salió su álbum póstumo Dreaming of You, con el que cumplió su sueño de entrar al mercado anglo. Debutó #1 en el Billboard 200, siendo la primera latina en lograrlo. Vendió 331,000 copias en su primera semana, todo sin TikTok ni Spotify.

Su último concierto fue el 26 de febrero de 1995 en el Astrodome de Houston, frente a más de 60,000 personas. Llevaba un enterizo morado con brillos y cantó todos los clásicos. Fue una noche histórica, no solo por la cantidad de gente, sino porque ese show quedó grabado como su despedida sin que nadie lo supiera que 33 días después, la iban a matar.

Nos quitaron a una estrella, pero ahí mismo surgió otra. En 1997, Jennifer Lopez interpretó a Selena en la película sobre su vida. Fue el papel que la catapultó al estrellato. El director dijo que audicionaron a más de 21,000 actrices, pero que JLo tenía la chispa. Y lo demás ya tú lo sabes.

A lo largo de los años, Selena se convirtió en ícono pop, leyenda y símbolo latino. En 2021, fue incluida en el Salón de la Fama de los Grammy, un sueño cumplido que ella no alcanzó en vida. 

El secreto de Selena

Vámonos ahora un chin con teorías conspirativas. Después de su muerte, la frase “Selena iba a dejarme… y yo tenía miedo de que se supiera el secreto”, dicha por Yolanda mientras estaba encerrada en su camioneta por 9 horas después de dispararle, dio pie a teorías conspirativas.

En 1998, la periodista María Celeste Arrarás entrevistó a Yolanda desde la cárcel, donde repitió lo del secreto y escribió el libro El Secreto de Selena (1997), donde plantea teorías con base en testimonios del juicio, grabaciones, fiscales y más. 

Entre ellas, que Selena tenía una relación con su cirujano brasileño Ricardo Martínez (él lo confirmó en 2012), que planeaba dejar a Chris, que llevaba un diario con secretos (que nunca apareció), o que estaba embarazada (la autopsia lo descartó).

En 2018, Univisión lanzó la serie basada en el libro. Fue muy criticada por la familia Quintanilla. Y por si te acuerdas, esa fue la serie en la que la actriz dominicana Massiel Taveras dijo que había sido preseleccionada para interpretar a Selena e hizo un media tour, pero la agencia de casting lo desmintió. Andá.

EL POST DE LA SEMANA
LA ALARMA DE LAS 3:52 A.M.

Si andas pasando trabajo con tus alarmas de las 5 y 6 de la mañana, prepárate para sentirte vago con Ashton Hall. Este influencer fitness pasó la semana entera siendo el sambá de los tuiteros por su rutina mañanera de psicópata. 

El pana se levanta a las 3:52 a.m., mete la cara en un balde de agua con hielo, hace lagartijas en el balcón a las 4:04, se come un guineo y se pasa la cáscara por la cara. Ya a las 7:36 está tirándose a la piscina. Todo esto antes de sentarse en su primera reunión a las 9:15. Ah, y de meter la cara al balde de agua con hielo de nuevo. La rutina se convirtió en meme de una vez, porque, ¿quién qué tiene que coger tapones o montarse en el metro va a estar en eso? 

Ya algunas marcas se metieron a la conversación y para muchos, eso es sinónimo de que se acabó el chiste. Mientras tanto, Ashton tiene casi 9 millones de seguidores en Instagram y un video viral con más de 500 millones de views en Twitter. Y nosotros, un meme nuevo.

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LA ESTRELLA DE LA SEMANA
KAREN YAPOORT

Le damos el título de estrella de la semana en La Magacín aunque sabemos que eso no era lo que ella quería. La Yapoort con todo su marditismo hizo una producción de expectativa por varias semanas con drone y toda la cosa, bautizándose como la reina de la alfombra. Fue su primera vez siendo conductora oficial de la alfombra de unos Premios Soberano y quería botar la casa por la ventana.

Buscó la bendición de Georgina Duluc (reconocida por muchos como LA reina de la alfombra soberana), quien se la dio. Y dizque llegó Turquía a darse un retoquito de vitamina C en la nariz. Pero todo fue mucha espuma y poco chocolate. 

Llegó rodeada de sombrillas negras y lució un vestido de Luis Domínguez que en fotos se veía bien, pero en la transmisión... no tanto. Con todo el show que armó, nos dejó con ganas. Después se cambió a un vestido negro de Suzelle Taveras, bonito, pero no sabemos si era para “REINA”. El mojaito en el pelo y el retoque que no salió bien no la ayudaron. Claro está, que las redes se encendieron con opiniones de si dio la talla o se quedó corta. Que era justamente el objetivo de todo esto.

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